El asunto es complejo. Por una parte, así como existe el derecho de apartarse de las comunicaciones masivas, existe el derecho esencial a participar del espacio público, desde su mismo epicentro. Y los medios masivos constituyen y configuran la arena pública contemporánea
La transformación producida por los medios introdujo a la vida pública dentro de la casa. Y eso constituye una transformación mayor, una revolución no euclideana. Según la lógica del espacio tradicional, dos cuerpos no pueden ocupar el mismo sitio a la vez. Pero según la lógica incorpórea de los medios masivos, lo público y lo masivo sí pueden yuxtaponerse. Es más, lo publico ingresa dentro de la casa y lo privado se vuelve público. La intimidad es objeto mediático, y a la vez, la excentricidad también lo es. Alguien que se vista o actúe de manera “excéntrica” puede hacerlo según los dictados mediáticos de cierto canon paradojal que suele impartirse desde los propios medios. Hasta la excentricidad está normada.
El interrogante es cuanto espacio libre deja el mundo de las comunicaciones. ¿En qué medida es posible abstraerse del deporte, de la moda, o de la política, si a uno no le interesa?
3 comentarios:
Enmi opinión, el artículo está bueno, igualmente no sé por qué pero hay ciertas palabras quie no comprendí -de hecho me hiciste agarrar el mataburros-. Por otro lado y con respecto a la pregunta con la que finalizas, no sé si el tema pasa en mayor medida por ahí, más bien pienso que el tema pasa por lo que el otro sepued, o no, abstraer por meterse en la vida de uno y uno con respecto a las cosas, ¿me explico?...
la verdad es que la libertad se pierde cuando, empezaron a hacerse publicas cosas de que edeben ser de privacidad, y eso es con la llegada de la internet, y de que todo puede ser visto en segundos, desde mi punto de vista la libertad corre un gran peligro.
Sergio: Los interrogantes que plantea el texto son interesantes. Pero me parece (y en esto coincido con fran)que el tema de internet, en cuanto a lo público y lo privado, no puede ser pasado por alto.
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